domingo, 20 de agosto de 2006

Las vida (miserable) en la revolución industrial

Como tod@s sabemos la revolución industrial trajo muchos cambios en la sociedad y, uno de ellos las nuevas condiciones de vida:

(…) Su mobiliario ordinario se compone, además de los objetos de su profesión, de una especie de armario, o de una tabla para depositar los alimentos, de una estufa, de un hornillo de barro, de algunos pucheros de alfarería, de una mesita, dos o tres malos asientos, y una sucia yacija, cuyas únicas piezas son un jergón y unos harapos con mantas. No quisiera añadir más a este detalle de cosas espantosas que revelan al primer vistazo la miseria profunda de estos desgraciados habitantes. Pero debo decir que en varias de estas camas de las que acabo de hablar he visto reposar juntamente individuos de los dos sexos y edades muy diferentes, la mayoría sin camisa y de una suciedad repugnante. Padre, madre, viejos, niños y adultos se apelotonan allí, se aprietan. ¡Basta! (1)


El nuevo habitat proporcionaba lujo para unos pocos, comodidad para algunos y miseria para casi todos. (2)

Barrio obrero del Londres de 1872. Grabado de Gustave Doré.
(1)Villermé, Tableau de l´état physique et moral des ouvries, employés dans les manufacturesde coton, de laine et de soie (1840). En Artola, M.: Textos fundamentales para la Historia. Madrid, Alianza Editorial, 1985, pp. 528-531

(2)Palmer R. & Colton, J.: Historia Contemporánea, Madri, Akal, 1980, p. 251

No hay comentarios: