Empezaré por los entrañables payasos. Sé de sobras que agradan mucho a los pequeños, y no tan pequeños, de la casa, pero resulta que desde bien jovencito cuando veía por televisión o me llevaban a verlos me producía (aún me produce) una profunda tristeza.
Es un personaje pintarrajeado de las formas más variadas que no se sabe si es para ocultar el rostro, hacer gracia o inducir miedo, llevan esos zapatones inmensos, la ropa extremadamente grande, pelo tipo estropajo o como si llevasen un mocho en la cabeza, la nariz roja postiza, boca enorme, ojos lánguidos y tristones.
Mi padre decidió un buen día dejar de llevarme a ver los payasos, con muy buen criterio por cierto, porque no me hacían, y perdón por la expresión, ni puta gracia. Es que la verdad es un personaje que todo le sale mal, les pegan, les toman el pelo, les roban, los putean, los chistes que hacen son malísimos, en definitiva son desgraciados…, aquel típico que lleva la cara pintada de blanco con un rombo en el ojo color negro que no para de llorar porque le han robado una bici en miniatura, ¡terrible!…lo siento me inducen tristeza y lágrimas (a lo mejor es que soy un llorón no sé…). A veces hablando o en la tele hemos visto al famoso Charlie Rivel subido en su silla aullando como si fuera un lobo (o loba) en celo…, y ¡a la gente le hace gracia!, no lo entiendo la verdad.
Claro que, no hace mucho tiempo, me toco ir con mis hijos a una (odiosa) megafiesta de cumpleaños a un Mcdonalds (he retrasado estos eventos todo lo que he podido, de verdad…) y cuando estaban los peques en esa especie de parque infantil ¿adivinar quién apareció?... ¡Ronald Mcdonald! Lo habéis adivinado un payaso, aunque éste no produce tristeza…,¡da miedo! ¡Lo juro!
Mirar la foto, parece un psicópata, a mí me da hasta grima…pues imaginar in situ
En fin, que se sepa que no tengo nada en contra de este colectivo que hacen reír a los niños (sobre todo los payasos que alegran a los enfermos de hospitales, a ellos/as mi más enhorabuena por su trabajo) y mayores, soy yo que no les veo el qué. De todas formas lo consultaré con mi psiquiatra, cuando vuelva porque ahora, a la pobre, la están tratando a ella…, también podría consultarlo con mi psicoanalista, pero resulta que la “petao”, sí, sí, se ha muerto. Resulta que yo era el hecho mierda de la cabeza y le he sobrevivido al que se suponía que estaba sanísimo mentalmente. Dicen las malas lenguas (la pesada de la portera donde tenía la consulta el psico) que se lo llevó la pálida dama (o el pálido caballero no quiero ser feminista…) porque cayó en un pozo de tristeza, D.E.P.
Esta foto no tiene desperdicio, lo siento pero miro a este señor y me da lástima…
Otro personaje que no me gusta nada son esos que llevan pintada la cara blanca y visten un jersei a rayas blancas y negras (o en ocasiones rojas o sin rayas como el de la foto) horizontales que no se sabe muy bien si hacen lo que hacen para joder, divertir o dar miedo... me refiero a los mimos. Hay mucha gente que los encuentra la mar de expresivos, pero a mí para personajes de humor expresivos El tricicle y los mimos pues ya véis, no me molan nada...¡Menudo tipo el de la foto! A mí me da dentera...
Los que ya me rematan las existencia son la famosísima Tuna, ¡por Dios! qué pesados que son, están en todas partes, bodas, bautizos..., es cuestión de tiempo que cualquier día estén en los entierros con la archiconocidísima canción clavelitos, clavelitos... y es que además las canciones son de lo más hortera y ñoño que hay, reconozco que soy un tipo serio, raro, soso y taciturno, pero no me jodáis que la Tuna ni alegra, ni ná de ná...con aquello de :" triste y sola, triste y sola se queda la universidad laialalooo " ¡puaggg!, podían al menos cambiar el repertorio... Ahí va una viñeta del gran Fer y sus Historias Fermosas, Fer y yo nos parecemos en una cosa; nuestra manía compartida para con la Tuna.
Otro día más tostón, Bona nit, Gabon,Good night, Buenas noches... (Historias Fermosas (Fer). El Jueves nº 952)
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