miércoles, 26 de diciembre de 2007

Charles Chaplin




Sir Charles Spencer Chaplin Jr nació en Londres, el 16 de abril de 1889 y falleció en Corsier-sur-Vevey (Suiza) el 25 de diciembre de 1977. Fue un actor, director, escritor, productor y compositor británico. A través de sus casi 90 películas de cine mudo y sonoro, llegó a convertirse en la figura más representativa del cine mudo, que le dio su fama mundial y la consideración de uno de los grandes genios de la historia del cine. Su hija, Geraldine Chaplin, se dedicó también a la actuación.

El personaje en torno al cual construyó gran parte de su carrera cinematográfica, y que le dio fama universal, fue aquel del vagabundo (The Tramp,k en inglés; Charlot, en español, italiano y francés): un hombre con las maneras refinadas y la dignidad de un caballero, vestido con una estrecha chaqueta, pantalones y zapatos más grandes de su talla, un sombrero bombín, un bastón y un característico bigote. Su inconfundible caminar oscilante, una acentuada emotividad sentimental, y un desencanto melancólico frente a la impiedad y a la injusticia de la sociedad moderna, le hicieron emblema de la alienación humana, en particular de las clases sociales emergentes.

Biografía

Charles Spencer Chaplin nació en East Street, Walworth, Londres (Inglaterra), el 16 de abril de 1889, según dijo él mismo, ya que en ningún sitio consta documentación oficial de su nacimiento. Su madre fue una actriz de teatro que vio truncada su carrera debido a que padecía esquizofrenia. Su padre era alcohólico, por lo que la familia vivía sumida en la terrible pobreza urbana de esa ciudad a finales del siglo XIX. Creció en el barrio de Kennington, rodeado de muchos actores del music-hall. De hecho, su propio padre fue un cantante del music-hall. Charlie quedó al cuidado de su madre cuando sus padres se separaron, poco después de su nacimiento. Su padre murió cuando Charlie tenía 12 años, y junto con su hermano Sidney pasó largos períodos de tiempo en orfanatos. Charlie era zurdo, al igual que sus hijas Geraldine, Tania, Suso y Dolores.

Los comienzos

Charles, con su hermano Sidney, dos años mayor que él, habían heredado el talento artístico de la familia y comenzaron a trabajar en ello desde niños. Cuenta el propio Charlie que su primera aparición pública fue a la edad de 5 años, sustituyendo a su madre en un teatro londinense. Ahí empezó a trabajar como actor infantil en el teatro, y recibió buenas críticas. Mientras, su hermano se había convertido en una de las estrellas del grupo cómico de Fred Karno, y convenció a éste para que contratara a su hermano para hacer un sketch, y posteriormente, lo envió de gira por Estados Unidos, a comienzos de la década de los años 1910.

El cine

Con estas giras, Mack Sennett le ofreció un contrato, y se fue con él a California. Fue allí donde Chaplin descubre el mundo del cine y pronto recibe propuestas que lo llevan a probar suerte en Hollywood. Al llegar a la meca del cine ya tenía una buena reputación como comediante y rápidamente se encontró protagonizando películas que tuvieron un éxito inmediato. En su primera película, Charlot periodista, todavía no tenía la imagen que le caracterizaría siempre, pero ya en la segunda Carreteras sofocantes, en 1914, llevaba su indumentaria de vagabundo. Parece ser que el famoso traje se lo compuso mediante aportaciones de cómicos amigos: la chaqueta de Charles Avery, los pantalones de Fatty Arbuckle, las botas de Ford Sterling, y el bigote de Mack Swain.

En todas sus posteriores películas interpretó a un vagabundo que buscaba mejorar su vida sin conseguirlo nunca. La población que buscaba el «sueño americano» se identificaba con estas historias y las aventuras del vagabundo tuvieron éxito continuo durante más de diez años, aunque el personaje fue evolucionando.

En la compañía Keystone, rodó más de 30 películas, y a partir de la vigésima empezó también a dirigirlas.

En febrero de 1915 cambió de compañía, esta vez se unió a la Essanay, donde dirigió y protagonizó algunos de sus mejores cortometrajes, y empezó a usar una serie de actores fijos para sus películas, como Edna Purviance o Eric Campbell. En sus últimas películas para esta productora, empezó a hacer un cine con una gran crítica social.

Por aquel entonces, Chaplin ya cobraba 10.000 dólares a la semana, más extras. Empezó a rodar películas cada vez más complejas y con unos gags mucho más elaborados que en sus películas anteriores, como Charlot en el balneario (The Cure, 1917), o Charlot a la una de la madrugada (One a.m., 1916), y tocó temas muy críticos con la realidad norteamericana, como El emigrante (The Inmigrant, 1917) o Charlot músico ambulante (The Vagabond, 1916).

El Chico

En otoño de 1917 volvió a cambiar de productora, esta vez firmó para la First National, con la que colaboraría en los siguientes años, y que le consiguió su estudio en el que rodaría la mayor parte de sus películas. Allí hizo películas como Vida de perro (A Dog's life, 1918) o Armas al hombro (Shoulder Arms, 1918). Fue entonces cuando rodó El chico (The Kid, 1921), con el niño Jackie Coogan, que acabó por convertir a Charlot en uno de los iconos, no ya del cine, sino de la historia.

Este largometraje es una de las piezas más fascinantes en la historia del cine y sin duda es de las mejores que haya realizado Chaplin. Tal es así que en el año 1971 él volvió a componer la música de la misma. La película tiene como eje central la importancia del amor humano, de los afectos y como siempre una alta crítica social. La misma cuenta la historia de un hombre que encuentra, adopta y decide criar a un bebé que fue abandonado por su madre. La relación entre ellos dos (Charlot y el niño) es fantástica y muy enternecedora, a tal punto que lleva al espectador al llanto. Esta cinta fue tan importante para él porque buscó mostrar en el niño, lo que había sido su propia infancia. El rodaje duró más de un año y, durante el mismo, Chaplin tuvo que afrontar varios sucesos importantes que marcaron su vida.

Siendo ya millonario, regresó a Europa sólo para buscar y llevarse a su madre a América, que se encontraba recluida en un sanatorio mental. Pese a esto, ella nunca sería consciente del triunfo de su hijo debido a su estado.

United Artistes

Cuando acabó su contrato, junto con Mary Pickford, Douglas Fairbanks y David W. Griffith fundó la United Artists, el 5 de febrero de 1919, y pudo rodar su primer largometraje, Una mujer de París (A Woman of Paris, 1923). Fue un fracaso comercial, ya que intentó que fuera una película dramática y no acabó de gustar al gran público, pero sin embargo, sus dos siguientes películas, La quimera del oro (The Gold Rush, 1925) y El circo (The circus, 1928), se convertirían en dos de las películas más taquilleras del periodo mudo, y son consideradas como dos de las mejores de toda su filmografía, de hecho la segunda es la única en haber conseguido un premio Oscar, que se le otorgó varios años después como un acto de disculpas hacia el gran Chaplin por tantos años de persecución y castigo por parte de la prensa estadounidense. La United Artists produjo otras muchas películas, y en el año 1952 fue comprada por Arthur Krim. Sigue funcionando como productora en la actualidad.

El cambio al sonoro

Chaplin fue renuente a abandonar el cine mudo, por lo que sus películas perdieron un poco el atractivo frente a las nuevas producciones sonoras que empezaron a producirse a finales de los años 1920. No quería que su personaje, Charlot, que había creado con tanto trabajo, hablara, porque pensaba que eso lo estropearía. De hecho, por más que en El Gran Dictador y en Candilejas Chaplin sí habla, el personaje del vagabundo nunca lo hizo en una película, ni siquiera en Tiempos Modernos donde el resto del elenco sí lo hace. Es así que empezó a rodar Luces de la ciudad (City Lights), y la presentó como película muda, pero con música grabada dentro del film, compuesta por él mismo.

Tiempos modernos

Tiempos modernos (Modern Times, 1936), es la última película en la que aparece Charlot como personaje. Aunque es una película sonora, en realidad su personaje no habla demasiado, y sigue manteniendo la mímica de las películas mudas. Los sectores más reaccionarios y puritanos de Estados Unidos se enfurecieron con esta película, que es considerada una de las obras maestras de la historia del cine.

El gran dictador

Las críticas contra Chaplin aumentaron cuando realizó esta película, El gran dictador (The Great Dictator, 1940), protagonizada junto a Paulette Goddard, su tercera mujer.

La película era una crítica contra el nazismo alemán y, por extensión, contra todos los fascismos y dictaduras. Comenzó a rodarla la misma semana en que comenzó la Segunda Guerra Mundial. Anteriormente, Chaplin había ya declarado sobre Hitler que éste «le había robado el bigote» y la verdad es que su parecido físico con el dictador hace que la película sea aún más hilarante.

En ésta, Chaplin juega a representar dos personajes, el del dictador y el del barbero judío, a quien confunden con aquél. Astolfo Hynkel, como nombra a su personaje, en una clara parodia de Adolf Hitler, y la magnífica interpretación de Jack Oakie como Napoloni, evidente parodia de Mussolini, son sencillamente geniales.

La película fue terminada antes de que acabara la Segunda Guerra Mundial y, en la última escena de la película, el personaje del barbero lanza un discurso, calificado por muchos como ingenuo, en el que Chaplin evidencia sus deseos de paz para Europa y de construir un mundo mejor: "Lo lamento, pero yo no quiero ser un emperador, ése no es mi negocio, no quiero gobernar o conquistar a alguien. Me gustaría ayudar a todos si fuera posible: a los judíos y a los gentiles, a los negros y a los blancos. Todos deberíamos querer ayudarnos, así son los seres humanos. Queremos vivir con la felicidad del otro, no con su angustia. No queremos odiarnos y despreciarnos. En este mundo hay sitio para todos, y la tierra es rica y puede proveer a todos. El camino de la vida podría ser libre y hermoso..."

Posteriormente, Chaplin comentó que si hubiera conocido cuál era la realidad de los campos de concentración nazis, no habría rodado la película.

En Estados Unidos fue causa de muchos problemas para su autor y fue utilizada como excusa para perseguirlo por supuestas actividades en contra de dicho país.

La película fue censurada en España, y no llegó a los cines hasta 36 años después de su estreno, y después de la muerte del dictador Francisco Franco, en el año 1975.

Chaplin y el Mccarthismo

Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, se desató en EEUU lo que se conocería como «caza de brujas». Este fenómeno consistía en una política estatal que perseguía a los «comunistas» estadounidenses en busca de supuestamente proteger la seguridad nacional (aunque en ningún momento se ilegalizó el Partido Comunista de los Estados Unidos, lo que suponía un atentado en contra de los derechos civiles de los ciudadanos) sí se ilegalizó la vida de quien fuese o pareciese ser comunista.

Chaplin ya había tenido muchos problemas con el Comité de Actividades Antiamericanas, y en general con los tribunales estadounidenses. Por un lado, debido a sus ideas progresistas, exhibidas públicamente en todos sus cortometrajes y en muchas de sus películas, como Tiempos modernos o El gran dictador, hizo que se buscara cualquier excusa para meterlo en la cárcel. Le acusaron de incumplir la Ley Mann, según la cual era delito trasladarse a otro estado para fines sexuales, cuando llevó a Joan Barry, novia por aquel entonces a la que superaba en 30 años su edad, desde Los Ángeles hasta Nueva York. Debido a la neurosis provocada por el odio a los comunistas, le acusaron de ser comunista basándose en una serie de «pruebas»: en un mitin, había dicho que debería de abrirse un nuevo frente contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial, por lo que le acusaron de comunista; participó en un acto de solidaridad con Rusia en San Francisco, e intervino en un acto sobre arte ruso en Nueva York.

Su película Monsieur Verdoux, del año 1947, fue otra de las excusas para justificar esta persecución, ya que en ella establecía un paralelismo entre los crímenes del protagonista, y los de las grandes potencias en período de entreguerras.

El exilio

En el año 1947, el Comité de Actividades Antiestadounidenses empezó a presionar a la fiscalía para que deportaran a Chaplin, «cuya vida en Hollywood contribuye a destruir la fibra moral de América». Fue llamado a testificar en el Comité en varias ocasiones, pero no se presentó a ninguna. Al mismo tiempo, le estaban acosando los Veteranos de Guerra Católicos, una asociación reaccionaria, que le acusaba de haber escrito una carta a Pablo Picasso, peligroso comunista para ellos, y un senador llegó a decir que «el comportamiento de Chaplin se aproximaba peligrosamente a la traición».

El 17 de Septiembre de 1952, Chaplin, su esposa y varios de sus hijos, cuando viajaban en el Queen Elizabeth para asistir al estreno de Candilejas en Europa, el fiscal general de Estados Unidos dio instrucciones a inmigración para retenerle hasta que las leyes estadounidenses decidiesen si debía ser expulsado. Le acusaron formalmente de «pertenecer al Partido Comunista, así como de graves delitos contra la moralidad y de formular declaraciones que demuestran una actitud hostil y de menosprecio hacia el país gracias a cuya hospitalidad se ha enriquecido».

Últimos años

En Abril de 1953, el actor se estableció en Suiza. En 1957, rodó una película en la que parodiaba a EEUU y a la paranoia que le llevó al exilio, Un rey en Nueva York. En 1966 rodó su última película La condesa de Hong Kong, protagonizada por Marlon Brando y Sophia Loren. La película fue un fracaso comercial y los críticos no la respaldaron, pero tanto Brando como Loren dijeron que no podían decirle que no a un genio tan grande como Chaplin.

Regresó a Hollywood dos décadas después, ya convertido en un anciano, para recibir el que sería su segundo premio Oscar (1972), y que muchos interpretaron como un intento de reparación de todos los daños que le habían causado (si bien Chaplin ya había obtenido un Oscar Especial por su película El circo).

En reconocimiento de sus destacados méritos fue nombrado caballero por la Corte Real británica y se convirtió en Sir Charles Chaplin (1975). Finalmente, este humilde hombre que había cambiado el cine para siempre, había recibido una pizca del reconocimiento que se merecía.

A comienzos de los años 70, Chaplin comenzó a escribir la música y partituras originales para sus películas mudas, para estrenarlas como versiones definitivas. En total compuso la música de todas sus películas cortas de la First National, y también de sus largometrajes El chico y El circo. Su último trabajo completado fue la musicalización de su película de 1923 Una mujer de París, en 1976.

Charlie Chaplin era cómico dentro y fuera del cine. Gustaba al público y el público le gustaba a él. Escenas públicas como en un restaurante al pedirse su plato preferido de pescado donde le ponían un pescado a la plancha entero y muy grande, él se ponía a dramatizar mientras todo el restaurante le miraba llorando de la risa mientras se lo comía lamentando su pérdida. U otras como probar el vino que le daba el camarero en su primera copa, escupirla con enorme asco ante el asombro de todos, incluido el camarero, y cuando se hacía el silencio mirar al camarero y decirle: «¡Excelente!» son anécdotas de cómo la vida con él era una caja de sorpresas. (Comentado por su hija Geraldine en entrevistas).

En los últimos años de su vida se mantuvo alejado del mundo en su mansión de Corsier-sur-Vevey (Suiza), donde falleció el 25 de diciembre de 1977, mientras dormía, a la edad de 88 años. Alguna vez su hija Geraldine comentó curiosamente que a Charlie Chaplin nunca le gustó la Navidad ni disfrutar de ella, muriendo el mismo día para así recordarles todos los años el día de su muerte. Su cuerpo fue exhumado, siendo recuperado y enterrado de nuevo tres meses después, cerca de su mansión suiza.

Fuente: Wikipedia

http://insurgente.org/modules.php?name=News&file=article&sid=12104

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