miércoles, 12 de marzo de 2008

Historia clínica de Eduardo Galeano.

Foto: viatger en uno de sus numerosos viajes ;)

HISTORIA CLÍNICA


Informó que sufría taquicardia cada vez que lo veía,
aunque fuera de lejos.
Declaró que se le secaban las glándulas salivales cuando
él la miraba, aunque fuera de refilón.
Admitió una hipersecreción de las glándulas sudoríparas
cada vez que él le hablaba, aunque fuera para contestarle
el saludo.
Reconoció que padecía graves desequilibrios en la presión
sanguínea cuando él la rozaba, aunque fuera
por error.
Confesó que por él padecía mareos, que se le nublaba
la visión, que se le aflojaban las rodillas. Que en los días no
podía parar de decir bobadas y en las noches no conseguía dormir.
-Fue hace mucho tiempo, doctor -dijo-. Yo nunca
más sentí nada de eso.
El médico arqueó las cejas:
- ¿Nunca más sintió nada de eso?
Y diagnosticó:
- Su caso es grave.

No hay comentarios: