En el interior había una inscripción en el cemento que rezaba “AÑO 1938 CNT”. Aquella persona mayor deseosa de ilustrarme aquellos momentos que vivió me explicaba qué sentía cuando angustiado se refugiaba allí, rezando para que el bombardeo pasara de una vez. Me estuvo explicando que sólo se refugiaban al principio, con el tiempo se acostumbraron a las sirenas y continuaban, sobre todo los niños, con lo que estaban haciendo.
Así como los visitantes más jóvenes hablábamos y paseábamos por los muros de la historia, las personas más mayores que tenían relación directa con el refugio, entraban en silencio, solemnes como si viviesen de nuevo aquel pánico y tristeza.
Interior refugio, en el interior reproducen imágenes de los bombardeos en Barcelona. Fotos: Viatger.
2 comentarios:
Ha valido la pena ver este artículo tuyo, me ha gustado mucho.
Sé lo de los refugios pero nunca he visitado ninguno, ni siquiera sabía que se pudieran visitar.
El señor que había estado allí de niño ha debido de recordar momentos amargos, que ni tú ni yo hemos vivido.
Es difícil hacerse una idea de algo así.
Tu blog está cargado de sorpresas y yo voy descubriéndolas hacia atrás en el tiempo ¿no es gracioso?
Un saludo.
pues adéntrate en el blog que seguro que encuentras cosas que te agraden.
un beso,
viatger.
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